A la detención de un agente penitenciario se sumó la aprehensión de un joven imputado como cómplice. Un olvido y otras pruebas claves derivaron en la captura del segundo sospechoso por el crimen de Emilio Giménez, en Mendoza.

La Justicia de Mendoza avanza en la investigación por el crimen del empresario mendocino Emilio Giménez (49), ocurrido en la tarde del jueves 15 de septiembre. A la detención del agente penitenciario Cristian Rivero, se sumaron este miércoles otras dos personas: uno quedó imputado como cómplice y el otro fue liberado a las pocas horas.

Giménez fue asaltado en una emboscada cuando regresaba de sus puestos de fruta y hortalizas en el Mercado Cooperativo de Guaymallén. Había cerrado la venta de un camión y llevaba 20 mil dólares en una mochila. En Quintana y Padre Manzano, de la localidad de Villa Nueva, se cruzó con los ladrones que lo terminaron asesinando.

A solo dos cuadras de su casa, los asaltantes le cruzaron una camioneta Jeep blanca. Y una Toyota RAV gris lo encerró por atrás. Hubo un tercer auto de apoyo, se cree que es el Fiat Punto donde iba el último sospechoso detenido.

El caso conmocionó a Mendoza y la investigación derivó en varios allanamientos en los municipios de Guaymallén y Las Heras. Allí, este miércoles se detuvo a dos hombres. Uno de ellos quedó desvinculado a las pocas horas y recibió la libertad. El otro, identificado como Ángel Fredes, está más comprometido. Su teléfono celular apareció en uno de los autos abandonados.

Otro hombre está prófugo. Tiene antecedentes penales y es quien fue identificado al cruzar los datos genéticos del Laboratorio de la Policía Científica con muestras de manchas de sangre que aparecieron en la puerta trasera de la Jeep que participó del asalto.

Las cámaras de seguridad, un teléfono celular olvidado en una de las camionetas que fueron abandonadas en la calle y el cruce de llamadas telefónicas en el lugar donde ocurrió la emboscada permitieron llegar a los integrantes de la banda. Se estima que actuaron entre 5 y 8 personas, por lo que no se descartan otras detenciones en los próximos días.

El primer detenido, Rivero, es empleado del servicio penitenciario, ex encargado de la seguridad del club de fútbol Independiente Rivadavia y padre del líder de una facción de la barrabrava “La Lepra mendocina”. Estaba de licencia por enfermedad psiquiátrica desde enero, publica el diario Clarín.

Las cámaras de la calle muestran al penitenciario en el interior de un Fiat Punto, minutos antes de que otros dos vehículos encerraran al empresario que conducía una camioneta Volkswagen Amarok y le dispararan en el pecho. Los delincuentes huyeron despues de asesinarlo y no alcanzaron a llevarse una mochila con dólares que llevaba Giménez.

El detenido lleva 19 años como penitenciario. Fue detenido el domingo por la tarde, en una vivienda de calle Paso de los Andes, de Godoy Cruz, en el Gran Mendoza. El martes fue imputado por el fiscal Carlos Torres por el delito de homicidios criminis causa.

El otro detenido, Fredes, tiene 29 años, y antecedentes de causas por robo. Su teléfono fue olvidado en el interior de una de las camionetas, que fueron usadas en el asalto y abandonadas en la calle, durante la huida. Sería imputado en las próximas horas, también por homicidio.

De acuerdo con la reconstrucción del crimen, el empresario venía hablando por teléfono con su socio y alcanzó a decirle que lo estaban siguiendo. No llegó a cortar. El socio –ahora testigo de la causa– escuchó el estruendo de la maniobra marcha atrás y el golpe de la camioneta Amarok de Giménez contra el portón de una casa cuando intentaba escapar de los asaltantes.

Unos segundos después, cuando bajaron los ladrones, lo ejecutaron de dos disparos. Escaparon sin llevarse el dinero, al tiempo en el que salían los vecinos a la calle asustados por el estruendo del choque y los tiros. Fuente: EL Once