“Somos 32 personas, es un área súper amplia que trabaja con las violencia y prevención, hogar de niños y lazos de esperanzas para víctimas de violencia, un equipo técnico que hacen intervenciones de seguimientos y espacios de talleres, apoyo a la mujer víctima de violencia, a las  familias que necesitan acompañamiento de crianza y al hombre violento que necesita atención”, comenzó describiendo la Doctora Aury.

Dentro de lazos de esperanzas hay espacios que se usan para el área y hay un espacio de salón para talleres y la casa en sí para mujeres violentadas, son espacios independientes, con merenderos y con cámaras de seguridad (hubo casos de violencia que fueron necesarios el seguimiento de cámaras en nuestro espacio)

La post pandemia puso el punto de preocupación el maltrato en niños y adolescentes, creemos que tiene que ver mucho sobre todo con los adolescentes, la socialización, el tiempo de encierro y las problemáticas que generan con respecto a la paciencia, agrego Aury. “Las charlas en las escuelas siempre se llevaron a cabo, discusiones en el noviazgos, prevención sexual y en esto espacios se trataba el género y la violencia pero nos pasa que los jóvenes preguntan por otras cosas como el control de los padres sobre las redes sociales, el acoso callejero (donde hemos recibido denuncias) esto existió desde siempre pero ahora ya genera más que incomodidad; con estas charlas trabajamos el respeto, la tolerancia, escucharnos”

Gabriela agrego que la cantidad de trabajo, que cada profesional que tienen, maneja es abundante. “No solo somos talleres barriales, armamos actividades abiertas que refieren a la violencia y nos enteramos de muchos casos o chicos que se acercan necesitando cierta confianza, en materia de bullying trabajamos muchos con los docentes, la ESI y la sexualidad de jóvenes tiene que ver con la comunicación y la confianza.”

En relación a los hombres que deben ir al grupo de violencia, llegan enojados, obligados y terminan yendo gustosos y queriendo continuar, es un espacio que funciona muy bien, se arman grupos números que tuvimos que dividir, aclaro Aury, además : “Son personas que necesitan nuestro seguimiento, derivaciones si lo requiere un tratamiento psicológico individual porque no todas pueden comentar su experiencia personal en grupo, se hace el acompañamiento en la violencia económica y el poder salir adelante sin esa personas , mentalizar que se puede sola o solo sin esa personas violenta.”

Para finalizar respecto al trabajo en conjunto con el COPNAF en casos particulares que salen de las escuelas, son casos que solo trabaja ese organismo y otros que solo trabaja esta área, y hay un registro donde se sabe si ya se ha trabajado antes con este grupo familiar o no.

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