Ventas – Radio Show Chajarí http://radioshowchajari.com.ar Mon, 15 Apr 2024 10:22:15 +0000 es-AR hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.1.18 http://radioshowchajari.com.ar/wp-content/uploads/2022/10/HvmPAUlL_400x400-90x90.jpg Ventas – Radio Show Chajarí http://radioshowchajari.com.ar 32 32 Advierten que será otro año complejo para la inflación http://radioshowchajari.com.ar/2023/01/advierten-que-sera-otro-ano-complejo-para-la-inflacion/ Mon, 02 Jan 2023 11:38:51 +0000 http://radioshowchajari.com.ar/?p=4616 Aún sin datos oficiales, se estima que diciembre cerró con una inflación superior al cinco por ciento. Así, 2022 terminó con una suba del IPC en torno al 95 por ciento anual, récord en las últimas tres décadas. Y las perspectivas para este 2023 no son demasiado alentadoras.

Es que distintos analistas consultados señalaron una serie de factores que volverían a presionar los precios al alza durante este año, marcado por las elecciones presidenciales, y que harían que la inflación traspase la barrera del 100 por ciento interanual en los próximos meses.

Los ajustes de distintos precios regulados, la volatilidad en los tipos de cambio alternativos y el impacto que puede tener la sequía para el agro, son algunas de las causas que pueden atentar contra la desaceleración del IPC en los próximos meses. De hecho, de acuerdo con el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) realizado por el Banco Central, el pronóstico de inflación para diciembre de 2023 es de 99,7 por ciento interanual.

De hecho, se estima que, luego de la desaceleración de noviembre (4,9 por ciento), tanto en diciembre como en los primeros meses de este año la inflación vuelva a incrementarse.

“Para el primer trimestre de 2023 proyectamos que el Índice de Precios Minoristas retorne a las variaciones mensuales del orden del seis por ciento, reflejando los fundamentos monetarios y fiscales de fondo. A lo que se sumarán ajustes en precios regulados que vienen atrasados; recordando que se acelerará la quita de subsidios a las tarifas y, además, el aumento de transporte. Con esto, durante los primeros meses del próximo año se cruzaría la barrera de suba del IPC general del 100 por ciento”, señaló a Ámbito Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.

“El piso de la inflación en 2023 está en 100 por ciento anual”, aseguró por su parte el economista Jorge Neyro, quien detalló: “Las presiones inflacionistas, derivadas de los aumentos de precios regulados, la probable aceleración del precio de la carne después de muchos meses de gran estabilidad, la emisión monetaria que está empujando los dólares financieros y, también, la cuestión de un cierto aumento del gasto público antes de las elecciones, sumado a la gran sequía que probablemente reduzca la oferta de dólares el año que viene, todo eso genera presiones que van a mantener la inflación alta, por lo menos en el 100 por ciento”.

En ese sentido, Neyro sostuvo que difícilmente alguna medida del Gobierno pueda torcer ese rumbo: “Evitar niveles como este año está casi fuera del alcance del Gobierno, salvo por algún éxito pasajero que está teniendo el programa de Precios Justos y algún congelamiento. Pero las prepagas van a ser indexadas a la inflación o al aumento de salarios; los colectivos y trenes metropolitanos, también; las paritarias en sí mismas, están por encima del 100 por ciento en muchos sectores. Todo eso va a seguir empujando a la inflación, no se ve ningún tipo de posibilidad que la inflación descienda del 100 por ciento a largo plazo”.

“En principio, la inflación podría tranquilamente seguir un camino como el de este año”, señaló al respecto Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, quien detalló: “En un escenario optimista, creería que puede desacelerarse mes a mes, muy gradualmente. Pero eso no exime de tener vaivenes, por ejemplo, vinculados a movimientos en los dólares paralelos o a nuevas medidas que se puedan tomar en torno a los controles cambiarios o incluso a los acuerdos de precios. Entonces la política, que todavía es incierta para el año que viene, es clave para saber cuál va a ser el derrotero final”.

“Pero, hoy por hoy, suponiendo que no hay cambios con respecto de la situación actual, uno podría esperar una desaceleración muy gradual. Y que, entonces, la tasa de inflación acumulada en el año baje un poco con respecto a este año, pero se mantendría en niveles más altos que en comparación con los años previos. Y eso marca la fragilidad de la cuestión, porque ante cualquier shock inesperado, cualquier episodio de crisis, puede ocurrir que haya una aceleración nominal nuevamente, que empate este año o que lo supere también”, sostuvo Kalos.

Y este año hay diversos focos que pueden generar volatilidad en la economía. El principal es la elección presidencial. “Ese va a ser el gran condimento. En el medio, por supuesto, hay riesgos geopolíticos a nivel internacional (por ejemplo con el precio del petróleo); hay que seguir el tema de las tarifas de servicios públicos, que es uno de los componentes clave y viene atrasándose año a año; hay que seguir el precio del dólar oficial, que viene atrasándose con respecto del resto de los precios; también hay que seguir el tema de los salarios, que vienen atrasándose desde 2016, casi de manera ininterrumpida, y en el contexto de un año electoral el Gobierno seguramente quiera darle algún tipo de impulso a los ingresos familiares”, analizó el director de EPyCA Consultores.

“Es decir, hay mucha incertidumbre respecto de la política y hay un escenario base que puede ser moderado en comparación con el escenario de 2022, pero que todavía no es auspicioso en general”, concluyó Kalos.

Finalmente, Martín Calveira, economista investigador del IAE Business School, sostuvo que en los últimos meses “la dinámica inflacionaria mensual evidencia una baja, luego de sostenerse por encima del seis por ciento desde marzo, evidenciando los efectos temporales de la regulación y control de precios”. “En efecto, la temporalidad de los efectos se asume de corto alcance dados los desequilibrios del mercado monetario y cambiario”, destacó.

“Hacia el año próximo se espera una inflación similar, al menos en el primer trimestre y pese a la insistencia de controles y acuerdos de precios en una macroeconomía con desequilibrios sostenibles. En ausencia de un programa integral de estabilización y crecimiento, la dinámica de precios persistirá en forma similar”, subrayó Calveira.
Fuente: Ámbito

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Más presión para la meta de reservas: ventas de soja cayeron 32% (se espera merma en la liquidación) http://radioshowchajari.com.ar/2022/07/mas-presion-para-la-meta-de-reservas-ventas-de-soja-cayeron-32-se-espera-merma-en-la-liquidacion/ Mon, 18 Jul 2022 01:29:41 +0000 http://radioshowchajari.com.ar/?p=2686 Todavía restan venderse 23,3 millones de toneladas de la cosecha 2022. El “plazo fijo chacarero” aún no mueve la aguja. Los productores retienen la oleaginosa como refugio de valor.

En el Gobierno hay una gran preocupación por el fuerte retroceso que muestra la comercialización de soja por parte de los productores, que indefectiblemente derivará en las próximas semanas en un retroceso en el ingreso de divisas. Pero eso no es todo porque este escenario le sumará más presión al Banco Central en su afán de contener los distintos tipos de cambio paralelos y acumular reservas. Concretamente, contabilizando junio y la primera semana de julio, las ventas de la oleaginosa cayeron 32% respecto al mes previo; todavía restan venderse 23,3 millones de toneladas de la cosecha y lo cierto es que los agricultores no encuentran incentivos para desprenderse de su refugio de valor.

Según las estadísticas oficiales, al cierre de junio se llevaban comercializadas 11,4 millones de toneladas de soja del ciclo 2021/22 (precio cerrado), aproximadamente el 27% de la cosecha total. A esa fecha quedaba sin comercializar el 73% de la producción, la cifra más alta de las últimas 15 campañas. Además, la volatilidad macroeconómica parece haber influido en las ventas de junio y el arranque de julio, considerando que en mayo se venían vendiendo en promedio unas casi 800.000 toneladas semanales, que bajaron a 540.000 toneladas en las últimas 5 semanas (4 de junio y 1 de julio), un ajuste del 32%. Esta desaceleración de las ventas implica un acumulado de 1,2 millones de toneladas menos en este período de 5 semanas.

granos: lanzan plan de vigilancia para controlar los volumenes exportados

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Granos: lanzan “plan de vigilancia” para controlar los volúmenes exportados

En este marco, Juan Manuel Garzón, de la Fundación Mediterránea, explicó: “Como puede inferirse, cualquier demora en la comercialización de los granos ralentiza luego operaciones de exportación, principal destino de estas materias primas, y posterga el ingreso de divisas al mercado cambiario; en un contexto de mucha volatilidad y desconfianza hacia la política económica, esto genera presión adicional sobre el mercado cambiario y el precio de la divisa extranjera”.

“Ahora bien, debe advertirse que el problema no son los dólares del campo que pueden demorar en ingresar, de hecho, el sector puede y debe disponer libremente de su producción, decidiendo cuándo es el mejor momento para desprenderse de los granos, tal como sucede en los principales países productores del mundo. Lo que debe preguntarse es por qué los dólares no alcanzan en un escenario de excelentes precios internacionales de materias primas y de una cosecha relativamente buena, qué está pasando con la demanda de dólares que se viene mostrando tan activa e intensa en los distintos mercados cambiarios (oficial, libre), qué es lo que está haciendo que los actores económicos se desprendan de sus pesos para intercambiarlos por divisas, ya sea en forma directa (comprando billetes) o indirecta (manteniendo o comprando activos dolarizados, importando bienes)”, añadió.

En tanto, el economista es categórico al detallar que las respuestas a estas preguntas no hay que buscarlas en el mercado de dólares ni tampoco en las decisiones de los agentes privados “sino más bien en el mercado de pesos y en las decisiones de política económica, en el gran desequilibrio que se viene generando en el mercado de pesos por una emisión desmedida para financiar los excesos de gasto público, tanto del presente (déficit fiscal) como de pasado (deuda del tesoro)”.PUBLICIDAD

Por lo pronto, las medidas de incentivo que buscó el Gobierno para que el productor venda la soja que tiene almacenada en sus silos no han surtido el efecto esperado. El “plazo fijo chacarero”, que está destinado a los productores agrícolas y su rendimiento relacionado al valor de los granos y de la cotización del dólar, no movió la aguja en un contexto en el que la brecha entre el dólar oficial y los paralelos está en su máximo histórico.

Al respecto, el empresario Antonio Aracre, CEO de Syngenta, atento a la actualidad opinó en Twitter: “El éxito del plan económico para los próximos doce meses consiste en encontrar incentivos fiscales para que el productor venda sus granos sin que haya que devaluar y para que la inflación se desacelere y el poder de compra salarial se recupere. Fácil decirlo, complejo de instrumentar”.

Así las cosas, por lo pronto la liquidación del campo sigue fluyendo con relativa normalidad. Hasta el jueves pasado las empresas agroexportadoras habían ingresado al mercado de cambios local poco más de u$s1.500 millones y comparado con el mismo período del mes anterior el ingreso de dólares cayó apenas unos u$s200 millones, ya que en los primeros 9 días hábiles de junio ingresaron alrededor de u$s1.700 millones.

La situación podría ser más compleja en las próximas semanas y será en ese momento, o en realidad antes, cuando el Gobierno deberá ser “creativo” para incentivar a los productores a vender su soja, según arriesgan algunos economistas y conocedores del sector. Es que, por ejemplo, en octubre de 2020 el exministro de Economía, Martín Guzmán, estableció una baja temporal de las retenciones a la soja para fomentar el ingreso de dólares, una medida que no logró el efecto deseado.

En esta oportunidad el escenario es todavía más complejo porque la economía argentina no solo no puede resignar ni un solo punto de la recaudación por retenciones sino que también entran en juego otros factores como la caída de los precios internacionales de los granos que están bastante lejos del pico que generó la guerra entre Rusia y Ucrania que puede también contraer el ingreso de dólares del campo. Fuente: Ámbito.

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