El diputado por Avanza Libertad dijo que “hay que limitar la AUH, no se puede estar subsidiando el aumento de la pobreza”. En una entrevista con Infobae, planteó que hay que liberar el dólar y habló de hacer en 2023 “una gran PASO opositora”. Defendió a los productores: “Sin campo, no hay nación”

El diputado nacional por Avanza Libertad, José Luis Espert (60), cuestionó la política social que aplica el Gobierno, consideró que se deben poner límites a la cantidad asignaciones universales por hijo (AUH) que paga el Estado y planteó que “si no se pone un límite a la natalidad en los hogares pobres, Argentina va a ser una gigantesca villa miseria en los próximos años”.

Con un estilo que no esquiva las polémicas, durante más de una hora en los estudios de Infobae, el dirigente liberal y economista de profesión advirtió que en la Argentina “desde hace 60 años no se respeta la ley de la gravedad” en materia económica y describió las que, a su entender, son “las tres mafias que empobrecen” al país.

Defendió los motivos por los cuales presentó un pedido de juicio político contra Alberto Fernández, al que acusó de ser “el presidente más endeudador de la historia democrática argentina”. También consideró que se debería desdoblar o liberar el dólar y habló sobre el 2023. “No estoy pensando en candidaturas”, dijo y se mostró a favor de una mega PASO opositora para enfrenta al kirchnerismo.

En la entrevista -que se realizó antes del anuncio de los cambios de gabinete- el diputado también habló sobre su vínculo con Javier Milei, describió las principales reformas que debería encarar el futuro gobierno para retomar el crecimiento y defendió al campo. “Los productores agropecuarios nos rompemos el culo para trabajar el campo, no somos ningunos garcas”, afirmó.

0 seconds of 2 minutes, 0 secondsVolume 90% Para el diputado liberal, el dólar debería ser liberado o establecer un desdoblamiento.

Las 16 definiciones salientes de la entrevista con Infobae

1- Para mí, el kirchnerismo es un estado medio de insanidad mental.

2- Uno no puede dar una AUH por cada hijo: hasta dos hijos te damos AUH, más no. No puede ser que uno esté subsidiando el aumento de la pobreza.

2- La tasa de crecimiento de la población en hogares marginales es de 4 y 5 veces superior a la de la población de clase media y media alta, Esto significa que, si Argentina no pone un límite a la natalidad en los hogares pobres, Argentina va a ser una gigantesca villa miseria.

3- Una parte de la gente pobre quiere tener hijos para cobrar el plan, pero otra parte tiene hijos porque no sabe cuidarse, no tiene control de natalidad.

4- La persona que recibe un plan social es una víctima del sistema y hay que ayudarla. Pero a las organizaciones sociales, cero peso.

5- Piquetero que corta la calle tiene que ir preso. La calle está para que la gente circule, no para que sea cortada por cualquier pelagato.

6- Los productores agropecuarios nos rompemos el culo para trabajar el campo, no somos ningunos garcas.

7- Juan Grabois tendría que estar preso ya. Es un atorrante. Debería estar preso porque le arruinó la vida a diario a millones de argentinos que quieren laburar

8- A los piqueteros y a Moyano les armó el quilombódromo que vayan a manifestar ahí. Que lo llenen pero que no le caguen la vida a la gente.

9- Se está dinamitando la cultura del trabajo. Se pasó de “mi hijo el doctor” a “mi hijo el empleado público”. Ahora vamos a “mi hijo el piquetero o el beneficiario de un plan, el planero”.

10- Nuestras leyes laborales parten del supuesto equivocado de que el hobby empresarial no es ganar plata, sino echar gente. Hay que dejar de pensar que es necesario proteger tanto al empleado del Drácula del empleador.

11- Si el Gobierno se quedó sin reservas es el mejor argumento para liberar el mercado de cambios. ¿Significa una gran devaluación y un salto en el nivel de precios? Sí, pero es menos malo que una explosión cambiaria.

12- Argentina camina a un régimen de inflación del 100%.

13- Alberto Fernández va a ser el presidente que más va a endeudar a la Argentina en la historia democrática.

14- Nuestra industria ha sido, no toda, muy falopa. ¿Por qué los argentinos pagamos los autos y los textiles carísimos? ¿La industria que queremos es la que está fundiendo a los consumidores argentinos?

15- No estoy pensando en ninguna candidatura para el año que viene. Voy a jugar, por supuesto: en el 2023 puedo ser candidato a Presidente, a gobernador de la provincia o la senaduría provincial. No lo sé.

16- No voy a formar parte de Juntos por el Cambio. Sí puedo ir a una mega PASO opositora.

La entrevista completa con el diputado José Luis Espert

0 seconds of 58 minutes, 28 secondsVolume 0% La entrevista completa a José Luis Espert en los estudios de Infobae

– Me interesa iniciar la entrevista con una propuesta: ¿le podés explicar a un lego, a una persona que no conoce y no entiende mucho de economía, qué es lo que está pasando en la Argentina?

Lo que pasa ahora es lo que ya nos pasó siete veces en los últimos 60 años. En los últimos 60 años hemos tenido siete planes económicos -este es el octavo, en realidad- y todos terminaron igual que este: con crisis. Terminó en crisis el plan de principios de los 60, de Frondizi seguido por los militares; el plan de inflación cero de (José Ber) Gelbard; el plan de (José Alfredo) Martínez de Hoz; el Plan Austral (de Raúl Alfonsín); el Plan de Convertibilidad (de Carlos Menem); el plan de los Kirchner; y el plan de Macri. Siete y el octavo es el plan de Alberto Fernández.

En los últimos 60 años, entonces, incluyendo este, hemos tenido ocho planes. Es un plan cada siete años y medio que terminaron prendiéndose fuego y prendiendo fuego a la Argentina. Ya deberíamos haberle encontrado la vuelta los argentinos, de que algo está pasando acá. Independientemente del envase que tengan estos planes, el contenido tiene que ser muy parecido, porque sino alguno hubiera determinado bien.

Todos terminaron parecido: con saltos inflacionarios, devaluaciones, default, tarifazo, ajustazo, a veces hasta renuncias de presidentes. Sin dudas que hay algo que nos pasa que es común a estos ocho planes económicos que ¿sabes qué es?

– No…

Violar la ley de gravedad. Tan simple como eso. ¿Qué hacen los países que prosperan, qué hacen los países donde la gente vive bien? Viven de algo, comercian, venden algo al mundo. Nosotros vivimos obsesionado con que no entre nada de afuera a la Argentina, la famosa sustitución de importaciones, el “vivir con lo nuestro”. Este es el peor pescado podrido que nos hemos comprado a lo largo de la historia.

– Ese “vivir con lo nuestro” tiene anclaje en la historia y repeticiones en la actualidad. El argumento principal es que tenemos que nos podemos quedar sin industria, sin actividad económica, y por lo tanto sin empleo y con más pobreza. ¿A este argumento cuál es tu respuesta?

La primera respuesta que le daría a ese argumento falso es la realidad: la Argentina es un país en decadencia, que tiende a ser una gigantesca villa miseria si no cambia. Tenemos la mitad de la población pobre. Cuatro millones de personas viendo en villas miserias. La mitad de los trabajadores trabajan en negro, totalmente precarizados. Los chicos se nos están yendo del país y las empresas también.

Si el emblema de la estrategia de crecimiento de Argentina de los últimos 60 años ha sido la sustitución de importaciones ha sido un gran fracaso. Y, en realidad, es un fracaso porque es un gran pescado podrido, un gran buzón que nos hemos comprado. Lo mejor que le puede pasar a una economía, como a cualquier persona, es la competencia. La competencia genera altruismo, genera mérito, genera eficiencia, hace que uno se especialice en lo que es bueno. Incorporás cultura, incorporás buenos hábitos. La competencia es muy muy sana. Acá nos han hecho creer que somos incapaces de competir con el mundo, por eso tenemos que vivir colgados del arco para que no entre nada y es falso.

Lo demuestro a partir de los hechos: el fracaso argentino se estrepitoso de la mano del principal pescado podrido que nos hemos comprado, insisto, que es la sustitución de importaciones.

Pero hay dos cosas más que son dos leyes de gravedad adicionales que, como las violamos –como la de la competencia, con la sustitución de importaciones– hacen que Argentina viva en crisis, porque tener cada siete años y medio una crisis homérica, es vivir en crisis. La segunda ley de gravedad que violamos es que los tamaños del Estado tienen que ser tamaños razonables, que sean pagables por los impuestos que paga la gente de trabajo, y que si tenés déficit, sea un déficit que se puedan financiar. Argentina tiene un Estado de un tamaño que es impagable, porque la sociedad que está en blanco vive esclavizada pagando impuestos.

Alberto Fernández, en el último acto que compartió en la sede de la CGT con los sindicalistas. (foto Nicolás Stulberg)

Alberto Fernández, en el último acto que compartió en la sede de la CGT con los sindicalistas. (foto Nicolás Stulberg)

La gente que está en blanco más de la mitad del año trabaja solo para pagar impuestos, o sea que por una ventanilla cobra su ingreso y por otra ventanilla -llámese ventanilla B- le entrega el ciento por ciento de lo cobrado durante seis meses a la AFIP, ARBA o a las instituciones que recaudan impuestos en las provincias. Argentina tiene un estado elefantiásico que es impagable e infinanciable. Argentina tiene que achicar el Estado. En la sociedad donde la gente prospera, los Estados tienen un tamaño razonable y no sólo razonable en tamaño, sino que son Estados que son como una especie de fábrica que transforman los impuestos en bienes públicos: agarran los impuestos que paga la gente y los transforman en Seguridad, Defensa, Justicia, Diplomacia, Educación y Salud básicas. Acá los impuestos se terminan transformando en planes sociales, curro, amiguismo, clientelismo, corrupción, ñoquis, punteros políticos totalmente alejado de la realidad que debería ser.

La tercera ley de gravedad que violamos es que las leyes laborales que los países tienen donde la gente prospera son leyes laborales que son muy equilibradas a la hora de defender al trabajador y al empresario que emplea y da trabajo. No funden a los empresarios que echan a alguien porque saben que un empresario no echa por hobby, sino porque a pesar de haberlo entrenado, capacitado y formado no funcionó la relación laboral y, muy a su pesar seguramente, lo echa. Nuestras leyes laborales parten del supuesto equivocado de que el hobby empresarial no es ganar plata, sino echar gente, entonces las leyes laborales nuestras te fusilan como empresario si vos echas a alguien, entonces así no funciona.

Por eso a la Argentina le sale todo mal, porque hace todo mal y es porque está violando las leyes de gravedad. Ahora el problema, vos dirás pero cómo, che si la ley de gravedad uno en la vida real no la viola, uno no se tira de un décimo piso 10 veces pensando que 9 de 10 va a terminar bárbaro. ¿Por qué violamos la ley de gravedad? Y porque ya a esta altura, lamentablemente, como este modelo entró en crisis en los últimos 60 años, pero hace 100 que lo aplicamos, ya hay mafias muy poderosas que viven de la Argentina miserable en la cual nos estamos transformando.

Hay una pequeña mafia, pequeñísima pequeñísima, pero muy poderosa de empresarios muy prebendarios y corruptos que son una mafia, los que están nombrados en los cuadernos de las coimas. Segundo: también hay una mafia muy corrupta de políticos, no son todos, pero sí una parte muy importante, que viven de la profesión de hacer política, no usan a la política para cambiar el país como es mi caso, sino que viven de hacer política. Y luego tenemos a las mafias sindicales: hoy tenemos la mitad de la población trabajadora totalmente precarizada, hablamos de 8 millones de personas, y no podemos cambiar la leyes laborales porque las mafias sindicales te lo impiden.

Lo que nos pasa es eso, en lo profundo, más allá de Alberto Fernández, Guzmán, Cristina, Macri, Alfonsín, De la Rúa, Menem. El problema es que ya hay mucha gente, muy poderosa, que vive de enriquecerse a costa de millones de argentinos, transformándolos en miserables.

– En este contexto de un problema ya sistémico, que ya no funciona, ¿por qué sube tanto la inflación y por qué sube tanto el dólar?

Entre las muchas leyes de gravedad adicionales que violamos está la ley de gravedad que dice que la inflación es un fenómeno monetario. Uno tiene inflación porque está emitiendo dinero…

– Ahí hay una diferencia casi irreconciliable entre tu posición, que es la de los economistas, y la que tiene la política. No solamente del kirchnerismo, incluso de la oposición. La política que dice que no es un fenómeno monetario, que es multicausal.

Hay muchos economistas que creen que no es un fenómeno monetario. Guzmán habló de que la inflación es un fenómeno multicausal. Hay un montón de economistas que consideran que la inflación no es un fenómeno monetario o, incluso, algunos dicen que no es “sólo” un fenómeno monetario. La inflación es sólo un fenómeno monetario. Yo te diría de nuevo: es violar la ley de gravedad. Por eso a mí hasta media bronca que seamos tan brutos de ignorar leyes de gravedad.

Te voy a contar una historia. En el año 1977, a Milton Friedman le dieron el Premio Nobel de Economía, que sería el Oscar de la Economía, el Olimpo de las Ciencias, que es el Nobel, en parte por sus contribuciones a la teoría monetarista de la inflación. Pero no solo quedó ahí la contribución de Friedman, sino que esta teoría que recibió, insisto, el Oscar de la Economía en el año 1977, fue probada por las ciencias duras en un montón de países posteriormente, a lo largo de muchísimas décadas. Y se probó que la inflación es un fenómeno monetario.

"Milton Friedman, el Nobel de Economía, ya demostró que la inflación es un fenómeno monetario", resaltó Espert.

“Milton Friedman, el Nobel de Economía, ya demostró que la inflación es un fenómeno monetario”, resaltó Espert.

Cuando se ve cómo el mundo ganó la lucha contra la inflación lo hizo actuando sobre la moneda. De los pocos países que todavía negamos que la inflación sea un fenómeno monetario es Argentina, por eso seguimos con problemas de inflación. Pero además de estos dos datos -que el Nobel se lo dieron a Fridman y que después su teoría fue probada- es de puro sentido común pensar que la inflación es un fenómeno monetario. Las cosas que uno consume todos los días están denominadas en la moneda que emite el Banco Central. El peso, en el cual está denominado tu corbatero, el mío, mi saco, mis zapatos, los tuyos, tus anteojos, están denominados, el valor, en la moneda, que emite el Banco Central. Por lo tanto, sería natural pensar que la inflación tiene que ver con el que emite la moneda en el cual están denominadas las cosas que compramos. Y por si fuera poco, te voy a dar un ejemplo muy simple para entender que la inflación es un fenómeno monetario. Pensemos en el mercado de la papa: ¿qué pensás que va a pasar si hay más oferta de papas que demanda de papas? Si sobran papas ¿qué va a pasar con el precio de la papa?

– Va a bajar…

Baja el precio de la papa. Si hay más oferta que demanda de papa, entonces, cae el precio de la papa. Ahora, si cae el precio de la papa, esa papa cuyo precio cayó va a comprar menos fideos, manteca, pan, porque cayó su precio. Como que cayó el poder de compra en términos de otras cosas, sobran papas.

Con el dinero pasa lo mismo: cuando sobra dinero porque estás emitiendo, ofertando más dinero que la gente quiere, la demanda, cae el poder de compra del dinero: esa es la inflación. Pensar el problema de la inflación como fenómeno monetario es tan natural como pensar que si cae el poder de compra de la papa es porque están sobrando papas.

– Ese problema de la inflación como del dólar ¿creés que en el corto plazo va a seguir agravándose y qué consecuencias puede tener?

Ha quedado claro que la inflación es un fenómeno monetario, exclusivamente monetario en el largo plazo, por lo menos, porque en el corto plazo puede haber aumento de tarifas o del dólar, pero esas son subas de precios relativos más que inflación. Vamos ahora a la coyuntura argentina. El 11 de agosto se va a conocer la inflación de julio.

– Sí.

Muy probablemente estemos con una inflación cercana a los dos dígitos cercana al 10%, lo cual significa que, anualizada, es una inflación del 200 por ciento. O sea que Argentina camina a un régimen de inflación del 100%, con un dólar que sin dudas, a la larga, cuando uno mira series largas entre el dólar y los precios, en nuestro país el dólar y los precios van juntos. Como Argentina es un país que fruto de sus crisis no gana productividad, es muy difícil que el dólar pueda atrasarse demasiado respecto de los precios. A la larga, el salto inflacionario va a ser acompañado por el dólar, así que sin duda, vamos un escenario de alta inflación y con suba del dólar.

Fuente: Infobae