Un puma falleció atropellado al intentar cruzar una ruta en el Parque Nacional Iguazú y el hecho reflotó reclamos de larga data para que se tomen medidas concretas de control de velocidad en esos espacios. El caso de los yaguaretés, en peligro de extinción.
La imagen de un puma muerto, ensangrentado, sobre la ruta nacional 101 en el Parque Nacional Iguazú, de Misiones, causó gran impacto y se viralizó a través de las redes sociales. Pero el caso difundido esta semana no representa un hecho aislado. Cada año, se estima que mueren unos cinco mil animales en las rutas misioneras que atraviesan zonas selváticas. Esto implica un riesgo específico para animales en peligro de extinción, como el yaguareté.
“Muchos de los atropellamientos que se producen en las áreas protegidas se podrían evitar, ya que una de las causas principales es que los conductores no respetar las velocidades máximas, es por eso que siempre recomendamos circular a baja velocidad, respetando las velocidades máximas y las señalizaciones”, dijo el presidente de la Administración de Parques Nacionales, Lautaro Erratchú, tras el caso del puma. Y detalló que entre las estrategias implementadas en el área protegida para favorecer la movilidad de los animales se utilizan ‘pasafaunas’, señalética de velocidades máximas y herramientas viales como los reductores de velocidad. Mientras se trabaja en la implementación de más recursos tecnológicos para este fin.
Sin embargo, para las organizaciones ambientalistas estas medidas no alcanzan. “La selva misionera está de luto”, se pronunció Vida Silvestre, y pidió que el caso del puma “debe ser un punto de inflexión, y nos demuestra la urgencia necesaria para implementar acciones concretas y medidas para reducir al máximo el atropellamiento de fauna silvestre”.
Según esa organización, el atropellamiento representa una “seria amenaza para la fauna de nuestro país, y los animales más perjudicados son los grandes depredadores como el yaguareté, ya que no solo los impacta directamente, sino que también se ven afectadas sus presas”. De acuerdo a datos reunidos por Vida Silvestre –consignados por Télam- en Misiones más de 5000 animales mueren al año por esta problemática en rutas que atraviesan áreas protegidas. Aunque el número podría ser mayor, ya que animales como anfibios ni siquiera son reportados.
Yaguaretés en peligro
El yaguareté, declarado Monumento Natural de Argentina, es una especie en peligro de extinción, víctima de la caza ilegal y la pérdida de hábitat, entre otras amenazas como los atropellamientos. A principios de siglo XX su hábitat alcanzaba hasta la Patagonia argentina, pero desde entonces su distribución se redujo un 95 %, según datos del Ministerio de Ambiente.
Actualmente hay alrededor de 250 yaguaretés en todo el país. En tres regiones: Misiones, la región chaqueña central y las selvas de montaña de Salta y Jujuy. Pero la mayor comunidad está en el Parque Nacional Iguazú, donde hay unos cien. “La imagen del puma ensangrentado genera un impacto que no genera la comadreja, el pecarí. Esto es una amenaza para la conservación de las especies, sobre todo el yaguareté. Pero no hay ni una sola acción que lo haya disminuido. Lamentablemente, estamos esperando que atropellen a otro yaguareté. Todos los días puede pasar”, cuestionó Nicolás Lodeiro Ocampo, cofundador y actual Director Ejecutivo de la Red Yaguareté.
Tras el atropellamiento de un puma macho adulto el miércoles último, volvió a emerger el reclamo por la necesidad de controlar la velocidad de circulación de vehículos en zonas de parques nacionales. Hace una década, Red Yaguareté midió por radares las velocidades de circulación en la Ruta 12, que atraviesa el Parque Iguazú: detectaron que el 97% violaba la velocidad máxima permitida. “Poniendo pasos de fauna o ecoductos -puentes por arriba de la ruta- no alcanza para algunas especies, como el yaguareté. No hay registro de pasos de yaguaretés o pumas por esos pases”, explicó Lodeiro Ocampo en diálogo con Tiempo. Por eso, desde su espacio se elevó al Ministerio de Ambiente –en más de una oportunidad y en distintas gestiones- la propuesta de instalar un sistema de “control de velocidad en tramo: como es una ruta que no tiene caminos alternativos, si tenés un portal en cada extremo y se registran al entrar y salir los vehículos, un sistema informático mide si se viola la velocidad máxima y si lo hice manda multa por sistema”.
“Para nosotros, después de todo lo que indagamos en distintos lugares del mundo, es lo esencial. Si ponés la velocidad máxima a 60 prácticamente no vas a atropellar a ningún mamífero grande. Bajaría casi a cero los 3000-4000 animales que se estima mueren atropellados en Misiones”, planteó el especialista en yaguaretés. “Hoy el responsable de gestionar que avance eso es (el Ministro de Ambiente, Juan) Cabandié. Porque todos los técnicos que están abajo están de acuerdo. Implica una inversión y modificar una ruta. Hicimos un pedido de acceso a la información pública para saber cuánto recaudó en 2019 el Parque Iguazú y con poco más de 20 días de recaudación se pagaría el costo del sistema, de 700 mil dólares”, detalló Lodeiro Ocampo. “Es irrisorio para un Estado nacional y ante la semejante pérdida de especies que hay”, remarcó. Y anticipó que se está preparando una presentación en la Justicia Federal “para solicitar intervención ante la falta de acción de los organismos”.
Pumas en Gesell
Otros pumas fueron noticia en las últimas horas, pero esta vez en la zona de Villa Gesell, provincia de Buenos Aires. Se vio al menos un ejemplar circulando por la ciudad, lo que causó gran preocupación y obligó incluso a suspender las clases. Las autoridades locales pidieron que la gente permaneciera en sus casas mientras se activaban los operativos de búsqueda.
Durante toda la noche y hasta esta mañana, la Dirección de Flora y Fauna del Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires -junto a integrantes del Bioparque de Temaiken- realizaron recorridos en los puntos donde había sido divisado el animal, sin volver a detectarlo.
El secretario de Seguridad de Villa Gesell, Mauricio Andersen, dijo a la prensa que los operativos indicaron que se trataba de un solo puma, que habría retornado a su hábitat natural, en los campos de General Madariaga, porque se lo vio en esa dirección en los últimos reportes. Confirmó que la situación “volvió a la normalidad” en el distrito.