Argentina dio otro paso en el Mundial y se clasificó a los cuartos de final. Todos los jugadores del plantel tuvo día libre y aprovecharon para disfrutar de sus familias. Todos, menos Ángel Di María, quien fue el único que se entrenó.
Con la indumentaria blanca y zapatillas, a un costado del banco de suplentes, cuando Dibu Martínez tapó el inquietante mano a mano postrero que cerró el 2-1 de Argentina ante Australia, Ángel Di María se puso de pie y revoleó con furia una botellita contra el césped. Acto seguido se sumó a los festejos como si no percibiera molestias por la sobrecarga en el cuádriceps derecho que sufrió ante Polonia.
El delantero de la Juventus, de 34 años, no quiere volver a padecer un encuentro del otro lado de la línea de cal. Y obró en consecuencia. Este domingo, mientras sus compañeros disfrutaron del día libre y muchos incluso abandonaron las instalaciones de Qatar University para hacer turismo, ir a la playa o conocer el desierto, Fideo se entrenó como cualquier día normal, en pos de acelerar su rehabilitación.
El ex Rosario Central se siente mejor y se encamina a estar disponible para Lionel Scaloni pensando en el duelo por los cuartos de final frente a Países Bajos del viernes 9 en el estadio Lusail. Todo indica que podrá retornar, pero resta saber si estará en condiciones de reclamar su lugar en el equipo titular (ante los Soccerooos lo reemplazó Papu Gómez) o esperará entre las alternativas, pero con botines y no con zapatillas.
Angelito, autor del gol ante Brasil que le dio el título de la Copa América a la Argentina, estuvo desde el arranque frente a Arabia Saudita (caída 1-2), México (victoria 2-0) y Polonia (también 2-0), cuando mostró su mejor versión, por desgaste y gambeta. Fue allí, también, cuando se lesionó. El ex PSG es vital en la estructura del combinado albiceleste porque es de los que ofrecen desequilibrio individual ante defensas cerradas. Precisamente, los cuatro rivales a los que enfrentó hasta ahora apostaron a una barrera que Fideo ayuda a derrumbar.
Al mismo tiempo, en un plantel con mucha juventud, Di María, Messi y Otamendi representan la voz de la experiencia y la guía de las grandes promesas que empujan bajo la tutela del Gringo Scaloni. De todos modos, el DT ya lo advirtió incluso desde la previa de la Copa del Mundo: jugarán los que estén al 100%.