Concordia prohíbe por ordenanza la actividad de los trapitos, cuidacoches y artistas callejeros en la ciudad. Así lo establece una ordenanza que se aprobó en el Concejo Deliberante concordiense el jueves 15 del actual.

La administración del intendente Enrique Cresto indicó que el Concejo aprobó una nueva ordenanza que regula la actividad de cuidacoches, malabaristas callejeros y prestadores informales de servicios de limpieza a vehículos en la vía pública, comúnmente denominados “trapitos”.

En concreto, el Concejo Deliberante determinó la prohibición de actividades de esta índole en la ciudad en base a un proyecto de ordenanza presentado por la concejala Carola Laner (Juntos por el Cambio) y desarrollado en un trabajo conjunto con los concejales, el intendente y los equipos de gestión con competencia en estas cuestiones.

La prohibición generó malestar en distintos sectores. El Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) se manifestó el lunes 19 frente a la Municipalidad de Concordia bajo el lema “Trabajar en la calle es un derecho”.

“Ante la injusticia, nos organizamos y luchamos. Gracias a esa organización y lucha logramos que el intendente de la ciudad Enrique Tomas Cresto se acercara y se comprometa a no realizar la promulgación de dicha ordenanza y construir una mesa de negociación y diálogo que tiene como objetivo una política pública que contenga e incluya al sector”, dijeron desde el MTE.

También los Artistas Autoconvocados de Concordia se movilizaron en contra de esa ordenanza bajo la consigna “El arte callejero no es delito”.

Al respecto, cuestionaron la ordenanza aprobada “sin consentimiento ni mediación previa” y que supone “una censura” y que además “precariza económicamente y violenta nuestra libertad y derecho a elegir ser artistas circenses y trabajadores callejerxs, imponiéndonos una prohibición ligada a la persecución y la pérdida de acceso a beneficios y programas locales”.

Desde el colectivo de artistas callejeros entienden la nueva norma aprobada por el Concejo como un intento por “obligarnos a transar ´permisos´ burocráticos para poder ejercer nuestro arte”. A la vez, entienden que la disposición los tilda de “peligrosos y delincuentes por no hacerle el bolsillo gordo a los que ahora atentan a robarnos nuestra libertad de compartir nuestro arte y vivir de él”.


Argumentos

Se informó también que en forma paralela a la aplicación de la norma se contempla la contención y asistencia de quienes actualmente ejercen este tipo de acciones en las calles y avenidas. El Ejecutivo Municipal tiene un relevamiento de trapitos, cuidacoches y malabaristas en curso y se está trabajando en la atención de cada situación particular por parte de diferentes áreas del municipio, según se indicó oficialmente.

Específicamente, la ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante establece en su artículo 1° que no se permitirá “la actividad en la vía pública de servicios de estacionamiento y/o cuidado de vehículos y/o cuidacoches,  servicios  de limpieza o lavado de vidrios y/o  de vehículos “denominados trapitos”, y toda otra actividad de similares características”.

En tanto que el artículo 2° del texto avalado por los ediles determina: “no se permitirá, en el ámbito de la ciudad de Concordia, el desarrollo de toda actividad de malabarismo o circense que se realice con elementos que puedan generar un perjuicio y/o peligro para los propios artistas y/o transeúntes. Entiéndase por elementos de peligro: fuego, armas, armas blancas, palos de gran magnitud y todo aquel que utilizado sin los medios de seguridad pertinente puedan generar un daño”.

Al respecto, la concejala Carola Laner (Juntos por el Cambio) detalló que “es un proyecto presentado por la oposición, donde el Ejecutivo, junto a las diferentes áreas, hizo un enorme aporte para mejorarlo, y en base a la voluntad de consenso se acordó modificaciones al proyecto original, y la unificación de un proyecto conjunto”, dijo.

“Esta es una iniciativa que parte de una decisión legislativa, acompañada por una fuerte decisión política del Ejecutivo, que responde al reclamo que diferentes sectores e instituciones venían exponiendo desde hace mucho tiempo, ante quienes tenemos distintas responsabilidades institucionales. Sabíamos que era un proyecto que agitaría polémicas, como todo los proyectos disruptivos que buscan una solución de fondo a una problemática que se fue profundizando”, argumentó Laner.

“Entendíamos que era necesario establecer un marco normativo, que nos permitiera regularizar la situación, y a su vez atender de forma individual casos donde existan situaciones de vulnerabilidad social”, aclaró.

“Cuando hacemos referencia a un proyecto integral, es porque no sólo pensamos en la prohibición y en la parte meramente punitiva; también se contempla una propuesta de contención social alternativa, creemos que es necesario bregar para identificar y atender de forma individual casos donde existan situaciones de vulnerabilidad social, abordando cada situación y avanzando en soluciones integrales”, destacó la edil opositora en la sesión.

El secretario municipal de Desarrollo Social, Fernando Barboza, destacó que “en el tema de los «trapitos» hubo un trabajo conjunto del intendente Enrique Cresto con el Concejo Deliberante donde siempre se buscó el equilibrio. Es decir, resolver un tema que generaba reclamos y preocupación en la ciudadanía, y que había que regular de alguna manera, sin desatender el componente social de esta cuestión”, destacó el funcionario.

“De la mano de la prohibición de la actividad debe venir la atención de quienes actualmente la ejercen, que es lo que actualmente se está haciendo. Según se trate de casos de vulnerabilidad, adicciones, situación de calle o falta de oportunidades laborales, estamos interviniendo con las diferentes áreas para permitirles salir de las calles, de las esquinas, acompañándolos para que puedan reinsertarse laboralmente o acceder a otras oportunidades”, concluyó.

Fotos: unernus.com.ar 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora