Franco Sandrigo, 26 años, segundo vocal en el Consejo Comunal de Gobernador Etchevehere -un pueblo de 400 habitantes ubicado a 25 kilómetros de Paraná- fue el miembro informante en la sesión clave del cuerpo deliberativo del miércoles 28 de diciembre, cuando se votó la destitución de quien hasta entonces ejercía como presidenta comunal, Verónica María Cecilia Araujo. La apartaron del cargo, según el texto de la resolución que firmaron todos los consejeros, debido a «una serie de hechos de una marcada gravedad institucional».
Araujo había sido elegida por el voto popular en las elecciones de 2019. Esa vez se impuso Juntos por el Cambio, que ubicó 4 consejeros, y relegó al PJ a la primera minoría, con dos vocales. Araujo es de Juntos por el Cambio; también su sucesor, Franco Sandrigo, segundo vocal, la figura que debe asumir según la Ley Orgánica de las Comunas. Antes de resolver el apartamiento de la jefa comunal, cuenta Sandrigo a Entre Ríos Ahora, hubo consultas legales y contactos con el Ministerio de Gobierno. También hubo un pedido de intervención por parte del Poder Ejecutivo provincial.
Sandrigo, de igual modo, espera el dictamen del Tribunal Electoral. No fue necesario. Desde la Provincia les respondieron que la Ley de Comunas N° 10.644 prevé expresamente qué ocurre en caso de acefalía en el cargo de presidenta comunal. Eso hicieron los consejeros de Gobernador Etchevehere: votaron la destitución de Araujo, comunicaron la decisión al Tribunal Electoral, aunque se encontraron con un imponderable: el receso en la Administración Pública. De igual modo, la Comuna no está acéfala: hay una estructura que permite su funcionamiento, a cargo de la secretaria, Priscila Gómez Kuhn. Sandrigo aguarda la resolución del Tribunal Electoral que le dé el visto bueno para asumir en lugar de la destituida Araujo.
En diálogo con Entre Ríos Ahora, Sandrigo enumeró una serie de situaciones enojosas y de falta de diálogo con la presidenta comunal destituida, hechos que alcanzaron su punto de no retorno cuando ocurrió un accidente en Gobernador Etchevehere, en noviembre último, y la persona accidentada pasó varias horas tirada en el asfalto a la espera de asistencia. Al respecto, contó que en febrero de 2022 la Comuna adquirió una ambulancia 0 km que todavía no ha podido ser autorizada por Salud ni tampoco cuenta con el personal necesario, ni nadie sabe a qué numero llamar para pedir su asistencia.
La última respuesta que habían tenido de Araujo fue que la ambulancia de Gobernador Etchevehere estaba al mando de Diego Bolzán, presidente de la Comuna de Villa Fontana, distante unos 5 kilómetros. “La presidenta comunal hizo mención al hecho que había un convenio con Villa Fontana, convenio que nunca tuvimos en la mano, nunca lo vimos. También consideramos equívoco que la ambulancia estuviera a cargo del presidente comunal de Villa Fontana”, señaló Sandrigo.
El desentendimiento entre el Consejo Comunal y la presidenta de la Comuna quedó de manifiesto en una carta pública que firmaron los consejeros y que hicieron pública este sábado 31 de diciembre. “Nuestra función como concejeros no es un capricho. Hay una Ley y hay que cumplirla, nos guste o no. Y como concejeros electos por el voto popular la ley nos da atributos para proponer mejoras para el pueblo, y para vigilar el cumplimiento de las normas. En nuestro caso, lo que proponíamos era desestimado por la expresidenta, y cuando marcábamos lo que estaba mal, se nos acusaba de ´poner palos en la rueda´”, señalaron.
El texto dice: “Desde el Concejo Comunal –hay una diferencia lingüística que genera confusión: la Ley de Comunas habla de `consejo comunal`; en Gobernador Etchevehere, oficialmente se menciona como `concejo comunal`. El Diccionario Panhispánico de Dudas aclara: `Procede del latín consilium (‘órgano consultivo y deliberativo’), y no debe confundirse con concejo (‘ayuntamiento o corporación municipal’; → concejo). Los miembros de un consejo son consejeros; los de un concejo, concejales`, NdelR) se agotaron las instancias de pedidos de informes y de gestión para que se realicen acciones de gobierno en favor del pueblo, como la realización del cordón cuneta –que paradójicamente la expresidenta ´cajoneaba´, pero acusaba a los concejeros de trabar la obra- y, sobre todo, ante la inacción para poner en funcionamiento la Ambulancia, lo que conlleva una gravedad que como integrantes de esta Comuna, pero sobre todo como vecinos, no podemos permitir: no podemos seguir poniendo en riesgo la vida de las personas, teniendo un vehículo 0 kilómetro, profesionales de la salud viviendo en el pueblo, un chofer de ambulancia que puede capacitar a jóvenes en esa tarea, y más de 8 millones de pesos de ingresos mensuales y aproximadamente 70 millones sin utilizar”.
Pero un día después de la sesión en la que se destituyó a la presidenta comunal, ocurrió una situación “bastante tensa”, según califica Sandrigo. La funcionaria destituida ingresó al despacho de la presidencia comunal junto al intendente de Pueblo Belgrano (Gualeguaychú), Mauricio Davico. “Araujo ingresa a la fuerza y ocupa el despacho. Entonces, contactamos a la Policía de Aldea María Luisa, pero ella se encierra en la oficina. Desde la Policía nos dijeron que no podían sacarla por la fuerza si no había antes una denuncia. Cuando estaba lista la voluntad de efectuar la denuncia, Mariano Schmidt, que integran el consejo, habla con Mariano Nuñez, de la Subsecretaría de Comunas de la Provincia, y de ahí vino la orden a la Policía para que intervenga. Pero al final no fue necesario. Araujo se fue por su propia voluntad”.
Sandrigo se asesoró legalmente y sabe que la Ley de Comunas determina que el segundo vocal debe asumir la presidencia. De igual modo, es prudente: aguardará una definición del Tribunal Electoral. “Nunca antes se había dado una situación así de destitución –afirma-.Tampoco el Tribunal Electoral tiene antecedentes”.