Un intenso movimiento de móviles del Servicio Penitenciario y de la Policía se observó en la mañana de este domingo en calle 25 de mayo, entre Belgrano y 9 de Julio. Los seis detenidos tras los múltiples procedimientos del viernes por narcotráfico fueron trasladados desde la cárcel de Paraná hasta el Juzgado Federal para ser indagados por el fiscal Leandro Ríos e imputados por el fiscal Leandro Ardoy. Los acusan de formar una banda dedicada al tráfico de drogas en la zona de Diamante y Victoria, en operaciones que principalmente se desarrollaban en el río Paraná, en las islas y sus arroyos. La cabeza de la banda es Leonardo Airaldi.

La droga que se halló en los 21 allanamientos es poca, hasta podrían argumentar tenencia para consumo personal. Sin embargo, para la investigación eso es lo de menos: hay dos años de recopilación de pruebas que incluyen vigilancias en las zonas calientes del tráfico de drogas y escuchas telefónicas en las que todos ellos están bien enganchados a los delitos imputados, según se informó a ANÁLISIS. Como ha ocurrido en causas anteriores de este tenor, en los allanamientos van a buscar a los sospechosos ya con un pliego de pruebas en su contra. Pero también deberá explicar el armamento que se encontró, particularmente en un búnker monitoreado por una decena de cámaras de seguridad. Si sus grabaciones están en la memoria, surgirán imágenes interesantes para la causa.

En agosto de 2022, la revista ANÁLISIS publicó un informe sobre este hombre: «El señor de las islas». Se detallaba las sospechas sobre sus vinculaciones con el narcotráfico y un caso muy elocuente: un puestero de una de sus islas ubicada frente a Las Cuevas, que tenía casi 30 kilos de cocaína en su casa de Puerto Gaboto (Santa Fe). También se apuntaba las empresas que aparecían a su nombre o de allegados, las sociedades con prestanombres y un experto de los mercados financieros, que seimpre se desarrollaban actividades en la misma región inmensa de islas entre Diamante, Victoria y Rosario.

En la jerga policial, a Airaldi lo tienen como un «pescado grande». Y pareciera que así fue plasmado en esta investigación que lleva alrededor de dos años: a cargo de la Dirección Investigaciones (la inició un subcomisario de Homicidios) comenzó por venta de armas, hubo allanamientos y secuestro de armamento el año pasado, se orientó luego hacia el narcotráfico cuando surgieron indicios de este delito y terminó con los procedimientos por tierra, agua y aire del viernes.

En Diamante, Leo Airaldi fue siempre considerado un muchacho con problemas. No parecía tener maldad. Su historia tiene numerosas vertientes. Hijo adoptivo de una familia de terratenientes del Departamento Diamante, siempre vivió como el la oveja negra. El dinero que le sobraba lo derrochaba y compartía con sus amigos y con los que se aprovechaban de eso. Murió su padre y comenzó a despilfarrar la herencia. Dividieron bienes con los hermanos y la madre para evitar que ellos terminaran en la quiebra. Fue titular de la Sociedad Rural de Diamante, socio de los Etchevehere en una explotación de una isla, y hasta con ciertos aires de proyección política. En la cornisa entre una vida acomodada con hacienda y campos más allá del horizone, y el hampa, hace poco más de una década comenzó a caminar junto a pesos pesados de la delincuencia.

Esta es la quinta causa judicial en la que surge el nombre de Leonardo Airladi: en las cuatro anteriores zafó, pero ahora pareciera que es la vencida.

  • En agosto de 2015 la Policía halló 1300 kilos de marihuana en un predio del acceso norte de Paraná. El cargamento habría pertenecido al jefe narco Daniel “Tavi” Celis. En el lugar había un tráiler que pertenecía a Airaldi. Al otro día fue a denunciar que se lo robaron. Zafó.
  • A principios de marzo de 2016, Celis y otros cómplices asaltaron a la familia Tulián en su estancia de Las Cuevas. Buscaban el dinero de la venta de un campo. El dato, coinciden muchas fuentes, se lo pasó Airaldi. Pero no hubo indicios en la causa que lo comprometan.
  • En julio de 2022 Airaldi fue detenido por primera vez. Estaba en Rosario a bordo de una camioneta VW Amarok. Iba con tres jóvenes y llevaba dos pistolas (una Browning y otra Glock) calibre 9 milímetros; 11 cargadores y 196 municiones (96 de calibre 9 mm, 65 cal .40 y 35 cal .32). Estuvo con prisión preventiva por un par de meses recuperó la libertad y, hasta el momento, la causa en su contra no avanzó, porque tenía el armamento en regla.
  • En diciembre pasado, la Policía Federal le secuestró una camioneta VW Amarok que está a su nombre. La misma había surgido en una investigación en la que se reveló la trama de lavado de dinero por parte de la organización de “Mameluco” Villalba, el Zar de la cocaína del partido de San Martín. Concretamente, ese vehículo fue utilizado por el hijo del jefe narco. Por ahora, esa causa no lo alcanzó.

Esta vez, pareciera que Airaldi está complicado en serio. Secuestraron 1.600 municiones, dos pistolas y 11 escopetas. También incautaron varios millones de pesos. El Leo ofrecía esos billetes a los policías que lo arrestaron, estaba desesperado y muy asustado. Se sabe que la vida en la cárcel para un millonario es complicada, pasa a ser el proveedor de muchos internos, casi un cajero automático, para mantener su integridad física. Habrá que ver cuál será la estrategia de los abogados defensores que asisten al diamantino. Probablemente terminará con prisión preventiva al menos hasta que se resuelva la situación procesal suya y de los otros cinco detenidos.